Buscar este blog

jueves, 12 de septiembre de 2013

CRONICAS PATRIAS DE SEPTIEMBRE…

“La crisis esta cabrona ingeniero…ya no crea que es tan fácil que la gente se gaste sus trescientos pesos para comprar una bandera, y luego con los papelitos que anda haciendo la selección nacional, por más espíritu patrio que pregone uno, al rato ya no acabala uno ni pa' las caguamas, y ya ve usted que lo primero es lo primero…” así platicaba melancólico un vendedor de banderas sentado en su taburete frente a la patriótica barra del bar Cinco Bigotes, lugar en donde los modernos héroes patrios se reunían a conspirar cada noche acompañados de su Tablet para que no los fuera a tomar por sorpresa la emancipación de la patria.

En uno de los muros del sacrosanto recinto patrio colgaban atravesados un rebozo tejido color verde limón, y un sarape propio de estas fechas que aseguraba el Jimmy, perteneció al mismísimo Cuco Sánchez…pero el profe de la calle Mocha y no el icono de la canción vernácula conocidos por sus temas de “La Cama de Piedra”, “Fallaste Corazón”, “Cuando el destino”, y “Los Barandales del puente”, este último no precisamente el peatonal que construyo Felipillo Rúa, que en el inicio de su nueva gestión sentía igual que se bamboleaba a su paso, en un rincón un viejo guitarrón que aseguraba la leyenda urbana fue dejado por un viejo mariachero de apelativo Mancilla, que no había regresado por él, una carrillera que perteneció al abuelo de uno de sus clientes, una foto del mismísimo Villa cuando paso por el Salatón con todo y arpa, una matraca que tuvo mejores tiempos que compró el Jimmy cuando fue a ver a la Selección al estadio Azteca en los tiempos de gloria del mismo Cuauhtémoc Blanco, faltando nada más la campana a tañer la noche del quince de septiembre, paisajes nativos propios para esperar la conmemoración de la independencia, donde Manlio Hidalgo, el cura Morelos Zamarripa, y demás miembros de la curia rebelde estarían más vivos que nunca. 

PARA POBREZAS MI CASA…
Sucedió pues como la crisis estaba muy cabrona, según el parecer de los magos financieros que manejaban los hilos del gobierno municipal, se decidió en cabildo juntar todos los festejos de Septiembre, incluyendo el día de San Miguel con todo y cumpleaños del santo patrono de los americanistas en el exilio, el gran Muñeco, para de un solo jalón quemar los "cuetes" y juntar las varas en una misma semana para no estar en tantos gastos, aunque los más maliciosos supusieron que era que para en medio de tanto baile lo que se trataba es de que pasara desapercibido el informe de gobierno que obligaba al señor presidente informar en qué se aplicó cada peso que cayó a las arcas, se apostó por iniciar con el festival de los cinco Tuxpan, presentando eventos que estuvieran a la altura…pero del presupuesto porque en una de esas no fueran desacabalando para los aguinaldos y ahí si ardería Troya, el secretario del Viento insistía que se quemara un Judas en esas fechas para hacer de la fiesta algo más folclórico, teniendo en la mira al compañero Arnulfo, intercediendo la regidora Pozos en que el dinero del erario no debería de gastarse para asuntos personales: “¡Yo pago la hechura de mi bolsa regidora!, al municipio no va a costarle nada.” Alegaba en su favor el funcionario jurídico, teniendo que entrar Porfirio a pedir cordura y se pasara a ver otro punto.

Afuera del recinto de sesiones, Masiosare Quintero, y el personal de servicios públicos ya estaban listos para irse a los cerros a traerse los cogollos y la verdura tradicional para los adornos que lucirían en estos días, los carteles con la foto de Miguel Hidalgo, del Chepo de la Torre que terminó colgado en el Azteca -el estadio, no el salón como pudieran llegar a pensar algunos-. Todo esto luego de la derrota en contra de Honduras, y del Señor Presidente, que también era patrio aunque apenas hacia trámites para que lo consideraran héroe y mártir, de acuerdo al escrito leído por el Secretario del ayuntamiento, el personaje más letrado de la administración según sus conocidos y fans, se apuntaba de un solo jalón el festival de los Cinco Tuxpan, la conmemoración de la gesta heroica de los Niños Heures, apuntalados con el festejo del día del Charro, del primer informe del Señor presidente que sería breve, sustancioso y efectivo se aseguraría que levantaría lodo, si pero en las colonias olvidadas en donde los prodigios del gobierno no terminaban por dar forma al bienestar familiar de quienes tuvieron la desfortuna de terminar viviendo en esa parte del mundo.

El arranque fue una exposición gastronómica, en donde entregarían los premios Peyuco y Jaimito, gourmets con amplio reconocimiento que le entraban por igual a una sopa, un licuado, tatemado de tlacuache, tortitas de verdolaga, agua fresca de pepino con chile, y pipián de atún.

“Es nuestro orgullo compartir con todos ustedes lo que tenemos, y entregaremos a los hermanos de Tuxpan Guerrero, una replica del Coloso de Rodas, bueno en realidad es Peyuco, obra de nuestro artista Miguel Angel…si Miguel Angel Mejía, que tiene un cierto perfil al maestro Florentino, Florentino de Florencia Italia, no Florentino Mata como ya estoy viviendo a más de algún malicioso cuchilear, sean todos bienvenidos, y a comer todos se ha dicho.

DE NIÑOS HEROES Y OTROS MENESTERES.
Al día siguiente muy temprano cuando apenas repuntaba el sol, se presentó el regidor Paz, que según sus panegiristas era más madrugador que el gallo de los Corn Flakes, se presentó para el izamiento de bandera, primer acto solemne de festividades cívicas, y donde apenas Johnny Bravo director de actos cívicos y los padrinos mágicos Carlos Hiram, y Jesús Guerrero se levantaron a acompañarlo, apareciendo un poco más tarde la comadre Celina Pozos, y dos polis desmañanados que prendieron un viejo tocadiscos prestado por Orlando Trujillo para que se escuchara el himno nacional. 

Más tarde inició el movimiento en el que aparecieron regidores, directores, empleados municipales y demás yerbas de olor, ataviados con sus mejores galas en lo que se harían los honores patrios, en los que por lo precario del presupuesto Joselito y Porfirio se encargaron de elaborar con un viejo armazón, hojas de guayabo y flores de calabaza tierna la corona de flores en honor a los Niños Héroes.

“¡Lucho…deberás ya no nos quieren fiar en las florerías!, porque veo muy chafita el arreglo floral”- ¡Pues si jefe, pero pues no alcanzo el dinero para más!”, los contingentes de las escuelas comenzaban a llegar, en donde los profesores y alumnos con un moño blanco en las solapas en señal de protesta por la reforma educativa se presentaban al homenaje.

Correspondió al síndico Santiago de Arimatea, dar voz al discurso oficial, elocuente, preciso, cercano a la realidad para que fuera fácilmente entendido por la gente.

“Queremos rendir este día un homenaje a los Niños Héroes, que dieron su vida peleando en contra del enemigo con valentía y honor, no como los de la selección nacional de hoy, que les temblaron las patitas a la hora buena, observando la similitud que se tiene hoy con todos ustedes, que son verdaderos niños héroes que tendrán que luchar para evitar se les retire su derecho a la educación, yo les digo, hoy no será necesario que se envuelvan en la bandera y se lancen de un balcón de algún castillo, no, para eso tenemos a Rúa y del Viento, ustedes dedíquense con empeño y pasión al estudio para ser alguien de bien en su vida y no terminen sus días dedicados a la función pública.”

El aplauso fue unánime a pesar de la presencia del lábaro patrio y de los llamados de Johnny Bravo para guardar el orden, y mostrar respeto a la bandera tricolor, esto mientras los profes sacaban en hombros al licenciado declarado aliado de la lucha magisterial. 

“¡Que le den oreja y rabo!”- se escuchó entre la fila de directores apostados en la parte de atrás ante las palmas que se llevara el síndico en su lance.