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jueves, 13 de mayo de 2010

CUENTO DE SEMANA SANTA

LA PASION SEGÚN DOMINGO…

I).- EL LLAMADO DE LOS APÓSTOLES.

El alboroto era grande, después de la junta de cabildo se decidió que los papeles de la Pasión de Semana Santa se asignarían de acuerdo aptitudes, y la pelea era bárbara en ver quienes se sentían los elegidos en estar cerca del Señor, papel que representaría tal como corresponde a su investidura al señor presidente municipal. Lo único claro pareciera ser que el pequeño Juan por estatura le correspondería representarlo al regidor Lalo Marín, el contador Isidro oscilaba entre ser Judas Iscariote, por ser el administrador de los recursos de los apóstoles, o Gestas, el mal ladrón que era crucificado a un lado del señor, como habría correspondido en años anteriores representar a sus antecesores los tesoreros.

Simón Pedro, Andrés, Santiago, Juan, hijos de Zebedeo, Felipe, Bartolomé, Mateo, Tomas, y Santiago hijo de Alfeo, Tadeo, Simón el Celote, y Judas Iscariote, eran los nombres de los papeles a representar en donde Víctor Campos llevaba ventaja en los ensayos del papel de San Pedro, incluso ya había cortado tres cuatro orejas ensayando la escena de Jesamani.

Como debería ser, correspondió a Ángel Gómez, encargarse de la elaboración de la cruz, trabajo que se le encomendó a los carpinteros del DIF con la intención que saliera más barato, aunque la otra opción era comprar una cruz de medio uso que utilizaron en Santa Cruz de las Flores, con acabados en ocote y palo de indio, pero de acuerdo a la observación hecha por KChe Zuno, y Jesús Silva, no era garantía alguna, -“¡No vaya a ser que en plena representación se nos venga abajo Domingo con todo y cruz, y vayan a decir que fuimos nosotros por ahorrarnos unos pesos!”.

Así que en el orden de discípulos del Señor, Víctor se convirtió en Simón Pedro, Cesar Campos se convirtió en Santiago un lío con la feria, cuando llegaron al nombre del apóstol Felipe hubo una intención de mandar llamar a Felipe Rúa, para que se aposentara en la responsabilidad de hacer bola, aunque estaba un poco difícil por la esbeltud de su imagen, así que ese papel se le adjudico a Luisito García, asistente de Armando Carrillo, que ni bulto hace pero al menos para la foto de la ultima cena seria uno de los más comelones y sonrientes.

Bartolomé, paso a ser el ilustre sindico Laure Larios, Mateo, le fue asignado a Gabriel Mejía; Tomas, fue Jesús Silva; Santiago ocupo espacio para la transfiguración de Armando Carrillo, Tadeo, le asignaron a Vicente Gómez, que siempre quiso salir de apóstol y nunca lo habían considerado para tal responsabilidad, Simón el celote fue Jorge Vázquez, y por unanimidad en acuerdo de cabildo Judas Iscariote le toco representarlo a Kche Zuno, con la condición que su ahorcamiento lo hiciera real, “Cómo que yo!, pues que no hallaron otro más tarugo para ajusticiarlo”.

II).- LA ULTIMA CENA

Aunque la intención era hacerlo en un lugar público para que todo aquel que quisiera fuera testigo la última cena se llevaría a cabo en la Mezcalera, lugar hasta donde el supuesto indicaba se daría la traición de Judas, pero ocurrió que Jorge Vázquez o Simón el Celote cuando no iba a ser el- consiguió un local al pie del Zihuapilli, en la colonia la Cajita, en la que se unieron todos al festejo final, y donde por acuerdo de cabildo se decidió desalojar al público encabezados por el profesor Nicandro, testigo de todas las traiciones anteriores, y cronista de todos los nazarenos que pasaron antes por el erario público, “Me comentan que Nacho Cortes desalojo ya a los mercaderes del templo tal como fueron mis indicaciones”- “Efectivamente señor” comentó Simón Pedro Campos, quien le aclaró que echó para afuera a todos los de la CNOP, y se quedó con puros compás de la CTM. Porque ese fue el acuerdo, “mmm,¡ en verdad os digo que esta noche uno de ustedes me va a traicionar!”, “Y dale con eso, el único traidor reconocido es Simón el celote, y ahí lo traes al lado tuyo, contesto un Judas bonachón y cacheton como no hubo otro igual.

“Acaso seré yo”, pregunto por no dejar nada más Santiago un lío con la feria, que sabía bien que el traidor designado esta vez sería el señor de la Televisión, mientras el hijo del hombre pronunciaba las palabras clásicas, “Tomad y bebed todos de el, porque este es el presupuesto aprobado por todos y que un día estuvo en las bolsas del pueblo.”

III).- LA ORACION EN EL HUERTO.

Fue entonces el señor a cumplir con lo que marcaban las sagradas escrituras yéndose a orar al monte que estaba apenas unos pasos arriba de la bodega de la Coca, acompañado de Simón Pedro Campos, Tomas, Bartolomé, y Santiago un lío con la feria, lugar donde poco después fue sorprendido por las tropas de Sandoval que ha regañadientes y vestidas de centuriones aceptaron participar, quienes eran guiadas por el mismísimo Judas Iscariote, las Cámaras de Tele sur, y los reporteros del Faro para que quedara constancia de la no violencia, y quien al verlo se le abalanzó, “Dice en el libreto que te debo dar un beso, pero un mordidón es lo que quisiera darte, lástima que no tengo la dentadura de Felipe Rua, sino capaz que te dejo sin cara”, “Cumple con lo que esta marcado en la escritura” -le contesto serenamente el Nazareno. “Guardias, a la reja”.

En eso Simón Pedro reaccionó, y sacando una guadaña, le arrancó una oreja de certero tajo a… Bartolomé, “Órale, si no era conmigo la bronca”, “Pues si, pero tu como sindico también eres responsable de lo que hagan estos hijos de su tiznada madre…”


IV).- LA TRAICION DE SIMON PEDRO

Fue entonces que se traslado al nazareno a los separos, donde enterados los empleados municipales se anotaron para participar en la azotinas que según el argumento deberían dársele, para presentarlo al día siguiente con Poncio Octavio Pilatos para que dictará sentencia y decidiera el destino que se daría al divino preso, fue ahí donde Simón Pedro se acercó a investigar entre la turba Chichihui reunida afuera de presidencia el destino de su divino maestro, siendo descubierto por una mujer que señalándolo con índice de fuego le recalcó, “Tu eres uno de ellos, te he visto tu andabas con él”, a lo que asustado respondió “Te equivocas, me confundes de seguro con otro”, retirándose unos metros más allá donde de nueva cuenta el viejo Arnulfo, vendedor judío de túnicas, y pantalones, le recrimino, “Tu eres uno de sus discípulos, yo te he visto con él”, y de nueva cuenta asustado Pedro contestó, “No, no soy ese que tu crees”, y al intentar huir se topo con el Gandaya, que le reconoció, “¡Que onda mi Vic!”!, que dice el ingeniero”, negándolo de inmediato con la cabeza antes de llamar la atención, en ese momento se escucho de pronto el cantar de un gallo, recordando Pedro de inmediato lo que alguna vez le comentara el maestro el día de la multiplicación de los votos en la elección del 5 de Julio, y el sermón de los bienaventurados los que están en Piso Firme por que ellos serían contemplados como parte del reino del presupuesto, “Yo solo te recuerdo Pedro, que antes de que cante el gallo en la primer Pascua del poder, me habrás negado tres veces.”

En ese momento ya se sabía que Judas, arrepentido de la traición al nazareno luego de intentar regresar las treinta monedas a los sumos sacerdotes se fue al cerro para ahorcarse, con tan mala suerte que por el peso del actor la rama crujió, desnucándose para morir en el acto esto se supo por Lamberto, que encontró el cadáver, pero no las monedas que se sospecha se las agandayaron el Negro Lizardi, y Víctor Gil el Clavo, en pago por compensación por permitir usar su fama y su papel de Dimas y Gestas.

V).- JESUS ES PRESENTADO ANTE PILATOS.

Al día siguiente se hizo del conocimiento a Poncio Octavio Pilatos, de la detención del nazareno, a quien el pueblo Chichihui pedía su cruxifición, por a). Incompatibilidad de caracteres, b). Tener sin agua a la Floresta,c). Intentar intervenir en la vida interna de las comunidad, y d). Querer autonombrarse rey de los Churios, y primer panista del reino.
“La verdad no los entiendo, tanto trabajo para hacerlo ganar y ahora resulta que nos lo quieren devolver” conocedor entonces de una de las costumbres que tenían los judíos de aquella época, en la que se acostumbraba soltar un preso, decidió llevar al nazareno ante la multitud y proponerles, “Yo veo que este hombre no les ha hecho nada, ni les beneficia, ni les perjudica, sino todo lo contrario, de acuerdo a sus costumbres yo quiero ser justo con este hombre, y preguntarles ¿quieren que suelte a el nazareno o quieren que les suelte a Barrabas?, que ya lo conocen como es”, cabe decir que este último papel le había sido asignado a Nino Naranjo, que se moría por volver a aparecer en la vida pública, por lo que abajo azuzados por el viejo Elías, Nacho Cortes, y los Chichihuis, el grito fue unánime, “Suelten a Barrabas”, contrariado, Poncio Octavio volvió a efectuar la pregunta no muy convencido por lo que había acabado de escuchar, y la respuesta fue la misma, por lo que decidido de alguna forma a ser benigno, y dado que el nazareno era parte de su creación, pregunto a la muchedumbre, “Ustedes así lo decidieron, yo aquí me lavo las manos decidme que quieren ahora que haga con el Nazareno” y de nueva cuenta la muchedumbre se hizo una sola voz, “¡Crucifícalo!”.

VI).
Dentro del suplicio correspondía colocar al nazareno una corona de espinas y se envió a Ángel Gómez a conseguirla, pero fiel a su costumbre apareció de pronto con el jefe de escenografía, Nacho Isabeles, “Mi Nacho, espinas, espinas, no hallamos, pero de pasada compre este rollo de alambre de púas con Audón, y ya le adapte un pedazo para ponérsela al jefe”, procedió un día después complementar la pasión de Jesús, haciendo el recorrido desde fuera de presidencia hasta el mero cerro del Cihuapilli, lugar señalado para ser el Gólgota, donde ya los muchachos de parques y jardines habían colocado las cruces que iban a utilizarse, y Nacho habría colocado sus tianguistas de fritangas, y aguas frescas para el público.

En las diferentes etapas el nazareno se encontró con las mujeres de la Colonia el Roble, que llorosas imploraron a los verdugos lo dejaran libre para que les resolviera su problema de falta de agua, la Verónica, la María Magdalena, y hasta Pedrito el llantero que le hecho ánimo haciéndose el disimulado cuando Lamberto, jefe de centuriones le pidió que ayudara al mártir, papel que tuvo que realizar Mario Nazario, que iba pasando por ahí, por pura casualidad casual.

VII.- EPILOGO.

En el lugar del suplicio luego de sufrir tres caídas en la ruta del cabildo el mártir fue despojado de sus vestiduras por los soldados de Telesur, entre los que se incluía Gabriel Gabrielux, y Julios Cesar del ejido, quienes se jugaron las prendas en un gallo- gallina

2 comentarios:

  1. JAJAJAJA F E L I C I D A D E S! ESTE CUENTO ESTA BUENISIMO JAJAJA NO DEJES DE ESCRIBIR MAS ERES CAPAZ DE CAMBIARNOS EL DIA CON ESTE HUMOR GRACIAS!!

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  2. MUY BUENO EL CUENTO, PUBLICA MAS, Y NO TE DESANIMES POR LAS CRITICAS.
    ATTE. PATY

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