Por Roberto Gutiérrez F.
Rindex es el mero, mero… Como dijera uno de los grandes clásicos, ahora si que viene lo mejor de fin de año con el asunto de las posadas la navidad, y los colguijes propios de esta época decembrina, en la que se presentan casos como el de mi buen amigo el licenciado de apellido Evangelista, que nomás por nomas cerro la cortina de su changarro desde el día 15, y se declaro en inventario de alcoholes que culminara algo así como el 6 de enero, hay otros casos propios de quienes gustan de este tipo de celebraciones y de acuerdo con su espíritu nahuatlaca, se lanzan con todo a disfrutar de estas fechas, terminando no pocas veces pidiendo Posada en las celdas de la cárcel municipal, luego que los cumplidos policías hijos de Herodes seguramente, los cargaron con todo y “peregrinos” por alterar el orden, que sobra decir en estos tiempos es todo un desorden, porque pasando el 15 de diciembre, salir a la calle es correr el riesgo de encontrarse con cuanta sombra del pasado va dejando uno, que “¿A poco no te acuerdas de mi?, ¡soy el licenciado Zavala!”, igual de chaparro aunque un poquito mas cachetón que la ultima vez que lo vio uno partir con un maletón lleno de penas, “Que onda mi Robert”, y uno se pregunta ¡Ay guey!, ¡pues en que cantina me metí que ya me salió un conocido que no conocía!, aunque también aparecen novias, amores, y recuerdos del pasado que no deja a uno de darle gusto en estos días que el Cesar Romano, pide que acudan los elegidos a sus pueblos y aldeas para hacer el recuento de fin de año, como en los tiempos bíblicos del nacimiento de Jesús.
Jabón Zote Rosa… Pero hasta eso estas temporadas son propicias para la reflexión, la gueva, y cultivar toda clase de ocios que en otros días nomás no se nos dan, olvidándonos por un momento de nuestros políticos que son algo así como la versión totonaca de “Los Misteriosos desaparecedores”, que igual desaparecen completito el dinero del erario, y todavía más si se deja uno, que desaparecen la confianza de los ciudadanos que ya de plano los ve uno en la calle en estas fechas muy sonrientes y saludadores y lo primero que se le ocurre a uno preguntarles es “¿Y donde va a ser la pastorela míster?”, porque no les halla uno trazas de que deberás son quienes tienen en sus manos los destinos de la patria, y que conste que aquí no se salva nadie por más que Chava Barajas y Beto Esquer argumenten a su favor ser los Niño dios del nacimiento, asunto que estará por resolverse en los próximos meses.
Chaca Chaca con Ariel… Pero con eso que ya el tiempo se nos vino encima no queda de otra más que esperar lo que nos depara el próximo año, en el que esperamos que dios atempere los ánimos y les dé algo de sabiduría a nuestros gobernantes, no mucha quizás porque ya ve usted lo que se dice que hay maderas que de plano no agarran el barniz, y hechos parecen ser de este material nuestros gobernantes actuales, o no cree usted.
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