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jueves, 9 de septiembre de 2010

CRÓNICAS DEL BICENTENARIO (PARTE SEGUNDA)

3) Los preparativos Consiguientes.
Primero se dijo sería la pega de carteles conmemorativos, asunto para el cual el regidor Zuno pidió se invitara a la Asociación de Charros para que participaran con su equipo de jinetes amaestrados a la muy alta escuela, pero vino la discusión, alguien les recordó que la cosa estaba tan pobre, que si querían salir pues que ellos pagaran la banda de música, asunto para el cual el susodicho no estuvo de acuerdo, ya que argumentó según los principios Charros, “La pistola, la mujer, y el caballo, no se prestan…mucho menos se andan dando cooperaciones para que nos dejen andar de entrelucidos”, esto último nadie supo que tenía que ver con lo primero, pero se respetó lo dicho más aunque que Jesús Osvaldo lo asentó tal y como se dijo en su carácter de escribano emérito del cabildo, pues ahí estuvo entonces la cosa, además ya la banda de Chon había quedado aclarado y entendido sería la empleada solo para actos oficiales tales como desfiles, izamiento de banderas, albazos, actos cívicos, y cantarle las mañanitas al Señor Presidente. Dentro del laudo del programa conmemorativo aparecían actos tan solemnes como el encendido del pebetero, el apagado del pebetero, la presentación del Mariachi de Obras Públicas con la voz gemela del Charro Avitia, interpretada por el arquitecto Llamas, el ballet folklórico de Comunicación social, solo se tuvo que suspender el acto solemne del traslado del mítico héroe insurgente, Licenciado Huizi, esto porque este último metió un recurso de revisión asegurando que hasta donde el sabía seguía vivo, vivo de a debis, y no aceptara por ninguna razón lo treparan al carrito de don Piri, en una urna transparente de cristal, adornada por Cempasúchiles, y Flores de calabaza regaladas por la unión de tianguistas afiliadas a la CTM, además del resguardo de una banderita tricolor como símbolo de su espíritu republicano, por cierto la banderita sería chirris, por aquello que Gabriel Guzmán no aceptó cooperar por una de mayor tamaño que diera mayor realce a la solemnidad del acto, “No sean mamones, si quieras espérense otros cincuenta años y chance y si jale con ustedes”, diría en un acto de sinceridad el susodicho licenciado. Se aprobó también los trabajos para el reforzamiento del balcón de presidencia, tarea que se encomendó a un despacho constructor foráneo, ya que entre los mismos regidores había la desconfianza que los albañiles locales pudieran aprovechar para tomar revancha después de tantas humillaciones, maltratos, y malas pagas, y en pleno repique de campanas, cataplum, se viniera abajo balcón, regidores, e invitados sin que hubiera salvación alguna.

La lavada de portales le fue encargada a Vicentillo Guerrillero, que al grito de la patria es primero, junto con su gente se dedicó a darle una refregada a la zona de portales, banquetas, adoquines, pilares, y hasta el Talpita que era el policía de Guardia que estaba en ese rato, le toco su restregada que quitaría por igual cochambre, mugre, chicles, y malas vibras.

4) La Verdadera historia de los Niños Héroes.

Y llego el esperado día del arranque serio de las fiestas, la conmemoración de los chiquillos cadetes que hicieron patria batiéndose contra el invasor norteamericano, de los primeros se aseguraba sin comprobarlo que los Márquez de la calle tal, venían siendo descendientes directos de Panchito Márquez, uno de los seis niños héroes que año con año refrendaba su compromiso de muerte con el recuerdo sonoro de quienes se reunían en el entorno del evento cívico en el coro de “¡Cadete Francisco Márquez… Murió por la Patria!”. Para ese día precavido como el solo Ángel Gómez acudió a rentar un arreglo floral porque las cosas estaban del cocol para andar haciendo gastos suntuarios, además que ahí también se ganaba su propinota de género al tanto por tanto. Poco a poco fueron apareciendo los contingentes escolares, con pasos menuditos, uniformes recién planchados, y pelo embarrado de gel, se fue dando el alineamiento de escuelas en el orden ya pre establecido por la señora corregidora. En el acuerdo se hablo en un principio que la sala de regidores se encargaría de la representación real del acto heroico de la batalla por la toma del castillo de Chapultepec, correspondiéndole en el clímax a Luisito García, lanzarse desde lo más alto del edificio de presidencia envuelto en la bandera tricolor, pero ese mismo día se reportó enfermo de paperas, y aunque envió su trajecito de cadete por si alguien lo podría suplir, con las prisas ya nadie se acordó de pedir prestado a Lauren al cabildo, y se canceló esta parte del acto. Fue Armando Carrilo quien pidió mano para leer el discurso conmemorativo, pero por derecho de sangre se decidió le correspondía al joven sindico rememorar a estos héroes, quien además conocía de pe a pa ese capitulo de la historia de México. Luego de las piezas cívicas entonadas por la banda del señor Encarnación, el abogado se lanzó a píe firme decidido a tomar la tribuna, con tan mala suerte que un traspié lo hizo caer cuan grande era por el suelo- bueno eso de grande fue solo un decir- y para acabar de regarla nunca falta una voz maldosa que termino por gritar cuando el susodicho estaba en el suelo, “¡Murió por la patria!”. Luego del sobresalto el discurso del mencionado, fue emotivo, y sirvió para que dentro de su retórica el abogado arremetiera fuertemente que “Aun cuando hay veces que los pequeños caen, cuando se levantan son cada vez más grandes y fuertes y ese debe ser sin duda un ejemplo para todos”, terminado el trance uno a uno los contingentes se retiraron, lo mismo que la administración esperando el desenlace de los demás días de fiesta programada.

…Continuara

1 comentario:

  1. Esta parte está mejor redactada y tiene mas elementos de humor "noir" que la primera, espero que te luzcas en la tercera parte. Saludos.

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