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martes, 7 de septiembre de 2010

CRONICAS DEL BICENTENARIO

Roberto Guriérrez F.

1) Cada quien su grito, y llanto…

Y la gente decía, “¡Ahí esta la cosa!, con estas gentes que confianza se puede tener”, de seguro iban a salir al último con que programarían un grito… pero de angustia por lo elevado del gasto presupuestado por la comisión de cultura, eventos cívicos, turismo, y nomenclaturas y calles, esta última agregada debido a que el regidor Armando Carrillo alegó que las calles tenían por lo regular nombres de héroes y debería ser considerado como parte de la celebración, así que pomposamente por obra y gracia de la democracia se instaló el comité de fiestas patrias del Bicentenario. ¿Qué la celebración de nuestra identidad?, que van a saber los panistas de eso si ya no saben si son de derecha, de izquierda, o todo lo contrario como lo asegurara el mismo Porfirio en uno de sus momentos de brillantes.

Fue en la reunión del gabinete ampliado en donde se armó el primer sainete, que muchos decían que ni cuando se reunían los verdaderos conspiradores en Querétaro hubo tantas desavenencias, y desbarajustes con estos modernos figurines libertarios que solo tenían la obligación de festejarlos, quienes nombraron a Isaura Torres, como su Corregidora versión Retro: para que se ganara un lugar en la historia como responsable de coordinar los festejos patrios. –“¡Yo digo que primero hay que definir el rol de comisiones para que a la hora buena no vaya a haber duplicidad de funciones!”- alardeaba la jefa de Concejalas que veía asombrada como crecía la ebullición por la rebeldía entre los asistentes a las reuniones entre los que destacaban, el capitán Mariano Ablasolo, o Cesar Campos, Vicente Guerrillero, o Chente el Dagas, Francisco Javier Mina Sánchez Gómez, Ignacio Aldama, o Nacho el del Tianguis, José Guadalupe “El Amo Torres" Zuno, el Cura José María Chávez Morelos, y el héroe patrio por excelencia, el padre de la patria Domingo Martínez, con ese cuadro según los próceres de la prensa escrita y televisada de seguro la patria estaría de nueva cuenta salvada.

2) Los primeros acuerdos…

Aquí el primer problema vino a ser cuando Chilo Martínez, financiero insurgente les informó que para festejos habría puras habas, por aquello que las arcas municipales de plano estaban más flacas que las vacas del licenciado Lauren, y eso ya era mucho decir, por lo que Blanquita García, y Claudia Montaño, se sintieran unas autenticas "Lionas" Vicario y consiguiendo prestado aquí y allá y con un remiendo y un revés obtuvieran los adornos, listones tricolores, y farolas, que ciertamente estaban un poco traqueteadas y de segundo uso como Ángel Gómez… supuso en un principio, así pues iniciaron los primeros días del mes patrio –“Si es por el ponche, no se apuren… aquí el capitán Aldama y un servidor nos hacemos responsables de traer las granadas!”- esa invitación fue interrumpida por el padre de la patria quien replicó- “¡calle, cura Morelos, no hable ahorita en términos que el gobierno considera peligrosos por aquello de la guerra contra el Narco, capaz de que nos cae la PGR y nos levanta con todo y tendido”- pero de cualquier modo por no dejar, se le anotaron 500 litros de ponche del comercial a Nacho y Javier y 15 del especial para los jefes, a ellos mismos. La intención según se dijo era la de regalar una pozoliza para todo el pueblo en ese día tan especial, pero Chichihui no había definido aun su participación como primer cuchara y señor de las cazuelas en estas fiestas del bicentenario. Mariano Ablasolo, encargado de la comisión de educación y cultura, pidió le dejaran el encargo de flores y ornatos, solicitando se le asignaran a Jorge Vázquez, y Juan Carlos Figueroa, flor de espino y Jacaranda, para que auxiliaran en el corte de las especies que habrían de solicitarse. Por su parte Francisco Javier Mina Sánchez, se encargaba entre otras cosas de elaborar el discurso, que con acompañamiento de mariachi, leería ese día significativo el ciudadano presidente con música de “Paloma Negra”, aunque pues eso de encender a las masas despertando el fervor patrio con las palabras era algo que no se le daba mucho al señor presidente; “¡Yo digo que haríamos bien en enviarlo unas semanitas con don Oscar Corona, digo para que se vaya adentrando en lo que es el manejo de las masas no crees!” la campana sería limpiada unos días antes por el mismísimo Carreño, que era diestro en sacarle lustre a cuanto metal le pusieran por enfrente, mientras que la bandera ya estaba en la tintorería, enviada por la misma señora Bertha Alicia, que en ultima instancia la treparon al movimiento insurgente para darle un poco de quehacer durante las fiestas.
…Continuara

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